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Qué subidón de moral nos da saber que alguna de las águilas de Bonelli reintroducidas ha logrado emparejarse. Es justo lo que le ha ocurrido a "Aldáyar", un macho liberado en la Comunidad de Madrid en 2017. Para redondear la buena noticia, el territorio que ha elegido está en la provincia de Ávila, donde no se tenía constancia de la formación de parejas de esta especie desde hace cuarenta años.

El águila de Bonelli "Aldáyar", en primer término, junto con sus compañeras de "jaula-hacking", pocos días antes de su liberación en la Comunidad de Madrid en 2017.

Allá por abril de 2017, dentro del proyecto europeo LIFE Bonelli, predecesor del actual AQUILA a-LIFE, una de las acciones de GREFA era la extracción de pollos en nidos de águila de Bonelli en Andalucía, que por su boyante población de esta rapaz colabora con la donación de ejemplares nacidos en estado salvaje. El objetivo era trasladar estas aves a los sitios de liberación del proyecto y con ello crear nuevas poblaciones de la especie.

En estas acciones de desnide siempre se actúa en nidos con varios pollos: se extrae uno y se deja el resto en el nido. En uno de los nidos, ubicado en la provincia de Granada, había un pollo con muy mal pronóstico. Estaba muy afectado por tricomonas, un parásito que afecta las vías respiratorias de las águilas perdiceras y que es transmitido por las palomas de su dieta. Dado su estado, el pollo fue trasladada rápidamente al hospital de fauna salvaje que GREFA tiene en Majadahonda (Madrid).

Como consecuencia de la enfermedad parasitaria que sufría, este pollo entró muy delgado, deshidratado y con hipotermia. Lo importante era salvarle la vida y se le metió directamente en quirófano para quitarle todas las placas que se le habían formado en la cavidad bucal. Tal era la afección que tenía desviación de la glotis por culpa de las placas. Tras la operación, el pronóstico no era bueno y pasó cuatro días a base de suero, hasta que empezó a poder comer alimentos sólidos.

Desde la operación, nuestros veterinarios no paraban de vigilarle y realizarle varias curas al día. Una vez que las heridas se curaron y ya se encontraba perfectamente, lo pudimos incorporar al proyecto de reintroducción del águila de Bonelli en la Comunidad de Madrid, dentro del antiguo proyecto LIFE Bonelli.

"Aldáyar" de pie, dentro del cajón de la "jaula-hacking", con sus compañeras.

Del hospital de fauna a la "jaula-hacking"

A mediados de mayo de 2017, llevamos a este ejemplar a la “jaula-hacking” construida en la zona de liberación, donde ya estaban otras nueve águlas de Bonelli destinadas a ser reintroducidas, con las que compartiría estancia hasta la apertura del recinto el día de su suelta. Al poco tiempo de su permanencia en la “jaula-hacking”, cuando parecía que todo lo malo había pasado, comprobamos cómo cojeaba de una pata. No tenía nada que ver con su anterior episodio, pero nos obligó a vigilarle concienzudamente por si tuviésemos que volver a intervenir. Por suerte a los pocos días comprobamos como la cojera desapareció y desde ese momento su desarrollo se completó sin altercados.

Ese año nuestro compañero Miguel Marco decidió apadrinar a una de las águila de Bonelli que iban a ser liberadas en la Comunidad de Madrid y se decantó por este pollo que había demostrado tantas ganas de vivir a pesar de las muchas visicitudes que su vida ya le había deparado, bautizándole con el nombre de "Aldáyar". Sus palabras fueron “pienso que el apadrinamiento va justo a quien más lo necesita”, y qué ojo tuvo en aquel momento.

Desde el día de la apertura de la “jaula-hacking”, en julio de 2017, hemos podido seguir los movimientos de "Aldáyar" gracias al emisor GPS-GSM que porta. Gracias a esta información, sabemos que ha estado moviéndose de aquí para allá, pero en los últimos meses permanecía mucho en un territorio de la provincia de Ávila, con lo que en julio nos acercamos a ver cómo le iba. Nos sorprendimos cuando le vimos acompañado de otra águila de Bonelli de más o menos su misma edad: ¡"Aldáyar" se ha echado novia!

Momento de la introducción de "Aldáyar" en la “jaula-hacking”.

Águilas de Bonelli donde no se veían

Para nosotros es una enorme alegría saber que "Aldáyar" ha encontrado pareja y un territorio en el que esperamos que nos dé una alegría el año que viene reproduciéndose por primera vez. De sus nueve compañeras de “jaula-hacking” en 2017, tres han conseguido emparejarse, "Noalejo" y "Alameda", que forman pareja desde 2018 y que ya tuvieron un pollo en 2020, y "Alcaudete", que se emparejó en 2020 con una hembra silvestre y que tuvieron un pollo en 2021.

A "Aldayár" le ha costado emparejarse y que haya elegido un territorio en Ávila es una noticia fantástica. No se tiene constancia de parejas de águila de Bonelli en esa provincia desde principios de los años ochenta. Gracias al reforzamiento que GREFA está llevando en la zona centro con la liberación de ejemplares dentro del proyecto AQUILA a-LIFE (anteriormente con el proyecto LIFE Bonelli), vemos como cada vez hay mejores resultados y es menos difícil ver a esta maravillosa rapaz surcando los cielos en lugares donde hacía mucho tiempo que no se veían.

Deseamos toda la suerte del mundo a "Aldáyar" y su pareja, en esta bonita historia que desde ahora comienza para ellos.

"Aldayar" en el hospital de fauna de GREFA, con la herida producida por las placas de tricomonas prácticamente recuperada cuatro días después de ser intervenida quirúrgicamente.


YA FUE NOTICIA

Un centenar de apoyos eléctricos son corregidos en una zona sensible para el águila de Bonelli en la Comunidad de Madrid
https://aquila-a-life.org/index.php/es/area-de-prensa/noticias/327-un-centenar-de-apoyos-electricos-son-corregidos-en-una-zona-sensible-para-el-aguila-de-bonelli-en-la-comunidad-de-madrid

¡Ya tenemos cinco parejas madrileñas de águila de Bonelli!
https://aquila-a-life.org/index.php/es/area-de-prensa/noticias/288-ya-tenemos-cinco-parejas-madrilenas-de-aguila-de-bonelli

 

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