Las firmas vinícolas Eguren Ugarte, Murua, Faustino, Baigorri y Casa Primicia cambiarán los alambres rígidos del emparrado de sus viñedos por flejes más flexibles, que no dañan a las aves.
La Diputación de Alava y cinco bodegas ponen en marcha un proyecto piloto para reducir la colisión de las águilas en los emparrados de los viñedos plantados en altitud
El aumento de la temperatura que conlleva el cambio climático ha modificado algunas costumbres de plantación de viñedo en la Rioja Alavesa. Si antes había zonas en las que no era posible cultivar las viñas porque la climatología no favorecía la maduración de la uva, con el paso de los años, esta situación ha cambiado.
"El cambio climático nos está obligando a ir a viñedos en altitud, donde antiguamente no se plantaba y ahora, precisamente, es la mejor uva", comenta la administradora de Bodegas Eguren Ugarte, Asun Eguren.
Pero esta nueva situación entra en conflicto con la protección de las aves, concretamente del águila Bonelli, una especie catalogada en vías de extinción en el País Vasco.
Así, estos ejemplares colisionan directamente con las espalderas metálicas de los viñedos, cuyo peligro se acentúa en los meses en los que no hay sarmientos ni hoja, es decir de diciembre hasta abril.
Aireación
El sistema de emparrado es el que se utiliza en estas zonas de más altitud, porque se consigue una mayor aireación de la uva, además de facilitar labores de poda y recolección.
El emparrado consta de unos alambres rígidos y de escaso grosor que no son detectados por las águilas ni por otras aves, con lo que se incrementa el riesgo de colisión con resultados fatales.
La Diputación de Álava lleva tres años con el programa Aquila a-LIFE para repoblar esta especie en las zonas de Montaña y Rioja Alavesa.
Ahora ha lanzado junto a las bodegas un plan piloto que supondrá el cambio de los alambres por unos flejes más flexibes e integrados con el paisaje.
Las bodegas participantes podrán exhibir un sello acreditativo como "viñedo colaborador con el proyecto espaldera", para demostrar su compromiso con el medio ambiente. "Es un gesto más que contribuye a la protección del paisaje y de la comarca, que es una parte esencial de nuestras bodegas", dice la administradora de Eguren Ugarte.
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