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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

A las águilas y quebrantahuesos les va muy bien nuestro confinamiento

Quebrantahuesos adulto. Foto: FCQ

Tener confinada a la población humana es una tragedia en vidas, economía y sufrimientos. Pero para las especies salvajes ha supuesto disfrutar de una inusual primavera tranquila, sin molestias ni amenazas por primera vez en cientos si no es en miles de años.

Que se lo digan a especies tan amenazadas como el águila perdicera o el quebrantahuesos, con récords de cría en esta temporada tan dolorosa para nosotros.

En el sector asturiano del Parque Nacional de Picos de Europa ha nacido este mes el primer pollo del inmenso buitre barbado (Gypaetus barbatus), una especie que había desaparecido como nidificante de toda la región cantábrica hace 70 años. Bien es verdad que su llegada no es casual. Detrás hay un fenomenal trabajo de mucha gente durante una larga década de esfuerzos que ve por fin resultados este año gracias a los amoríos de Deva y Casanova.

Deva, la madre, de origen pirenaico, es uno de los primeros ejemplares que se introdujeron en Picos de Europa en 2010 y que a los seis años se emparejó con Casanova, un quebrantahuesos silvestre de los Pirineos de unos 13 años que apareció un buen día por ahí y quedó encandilado con la moza y con la zona.

Después de cuatro años de intentos ha sido por fin este extrañamente tranquilo para los bichos 2020 en el que han logrado sacar adelante su primer pollo.

Nido de águila perdicera con un pollo. Foto: GREFA

Perdiceras felices

Con las águilas perdiceras o de Bonelli (Aquila fasciata) la temporada ha sido aún más espectacular. Según informa la asociación GREFA, quince pollos de esta amenazada especie han nacido en su hábitat natural gracias a este proyecto europeo AQUILA a-LIFE. Nueve en la isla de Mallorca y los seis restantes en la Comunidad de Madrid, de seis y cuatro parejas reproductoras respectivamente, no descartándose que en los próximos días puedan eclosionar más ejemplares en ambas zonas, todo un récord.

Al mismo tiempo, en Navarra y Álava se han formado dos y una parejas reproductoras, que se espera puedan criar en breve.

Además, el comportamiento observado en una hembra liberada en Álava lleva a pensar que podría emparejarse con un macho salvaje cuyo territorio abarca zonas alavesas, burgalesas y riojanas.

Son todos ellos datos sorprendentes. Cuesta aceptar que cuanto peor nos va a las personas mejor le va a la naturaleza. ¿Buscamos un equilibrio?

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1 comentario

  1. Dice ser Leo

    La verdad es que desde que ha empezado todo esto la tierra se ha tomado un descanso y los animales han tomado las calles de algunas ciudades. Es bien bonito ver todo esto, pero realmente preocupante.

    26 abril 2020 | 18:43

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